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martes, 13 de enero de 2009

No es nada anormal, que uno platique con su amable conductor mientras va a su destino, pero esta charla me pareció un poco particular.

Taxista: ¿apoco tu también estudiabas ahí?

Yo: Sí, en mis tiempos estaba medio pesado pero estaba chido

Taxista: Es que, mi hijo ahora estudia ahí, pero no me gusta

Yo: Pues que puedo decir yo, conocí muy buenas personas y me divertí

Taxista: Es que si mi pinche hijo de mierda no se quedó en la UNAM

Yo: Así pasa, pero pues hay otras opciones, lo que importa es que le siga

Taxista: Sabe joven, ahora hasta mi vieja me dijo que mejor fuera por él, que por la otra ves detectó algo raro en mi muchacho

Yo: Órale, pues pensé ( Condones, mota, alcohol, porno (de cualquier tipo)).

Taxista: Es que joven no es justo, sabe mi muchacho no se quedo en la UNAM, no por que no
supiera, sabe joven el tuvo 127 aciertos en el exámen de ingreso a la prepa. Pero lo que no le ayudo fue su promedio en la secundaria, 6.8, es malo.

Yo: Pues que mal, no se que decir, más que pues, lo mismo que dije hace un momento, lo bueno es que pues le sigue no?

Taxista: Hasta traté de darles una lana a unos señores para que me lo aceptaran en la UNAM y
no se pudo.

Taxista: Pero que bueno que usted también estudiaba ahí.

Yo: Sí pues ahora dicen que está bien tranquilo.

Taxista
: Ahhhhh le comentaba mi mujer me dijo que yo fuera por él por que la otra vez le pareció percibir un aroma muy fuerte a solvente.

Yo: ( Pensé: Ahhhhh órale! Solvente!!!!!!) No mames en mis épocas de estudiar ahí, si estaba fea la cosa, alcohol, etc, pero jamás solventes!

Solventes!!!!! Ay cabrón.

1 teclasos:

flotante dijo...

El solvente tiene la virtud de crear grandes lagunas en la memoria.



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